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“La pandemia nos dejó un rezago de enfermedades mentales, que, aunque ya venía en su auge, se agudizó tras ese encierro obligado. Esto hace que cada vez, como personas, le demos prioridad a relaciones que nos ayuden a reconectar con los demás, con ese mundo del que nos alejamos por más de un año.

Esto hace que, como seres humanos, estemos más propensos a sentir ansiedad, depresión, estrés y las secuelas de un mundo que ya venía presentando un aumento en las cifras de enfermedades mentales.

Es por ello que las marcas debemos generar una conexión más íntima, empatía con el cliente, conocerlo a profundidad y realmente ponernos en sus zapatos. Para lograr esto, una de las herramientas más poderosas son las emociones. ¿Por qué? Porque es algo que todos compartimos como seres humanos, todos las sentimos todo el tiempo. Incluso tú, mientras lees este artículo, ya debes haber sentido una u otra emoción, ya sea porque te toca fibras y te sientes identificado o porque te genera aburrimiento o interés.

Y aunque es algo que sentimos todo el tiempo, la verdad es que a nadie nos enseñaron a lidiar con ellas. De hecho, todo lo que nos enseñaron estaba errado. Nos enseñaron que no se puede llorar, y es por eso que hoy nos sentimos incómodos cuando alguien llora en nuestra presencia y lo primero que queremos hacer es que se calme y deje de llorar para estar feliz, porque no podemos lidiar con esa incomodidad. Nos enseñaron que la rabia también es mala y que más o menos debemos ser monedita de mil y caerle bien a todo el mundo. Nos enseñaron que si ponemos límites y decimos lo que pensamos, ya no nos van a querer. También nos enseñaron que sentir miedo y que la gente se dé cuenta es mostrar vulnerabilidad, y entonces, ¿qué pensarán de nosotros? Por eso, andamos por la vida escondiendo nuestras emociones, ocultándonos del mundo, lo que como consecuencia nos deja muchas enfermedades. Porque si no quieres sacar esa emoción de ti, el cuerpo tiene que buscar por dónde liberarla, y siempre será por tu lado más vulnerable. ¿Cuál es el tuyo?

Ahora, imagina una marca que sea capaz de leer tu emoción, que de verdad se ponga en tus zapatos y entienda qué hay detrás de tus comportamientos. ¿Es acaso miedo, rabia, enojo, tristeza? Y que, al leerla y entenderte, sea capaz de brindarte lo que realmente necesitas, algo que te ayude a disipar eso que estás sintiendo y generarte tranquilidad y bienestar. Y ahora, regresando al título de este blog, ¿qué puede ser más memorable que alguien te entienda, comprenda cómo te sientes y te ayude a gestionar esa emoción?

Te invito a que te quedes cerca para que sigas conociendo cómo puedes lograrlo, cómo puedes entender cada vez mejor a tu cliente y brindarle una verdadera experiencia memorable.”